El jueves 2 de Mayo en la Capilla de Santa María de Jesús, sita en la puerta Jerez (Consejo General de HH. Y CC. de Sevilla), se desarrolló con gran éxito de público el acto en el que tuvo lugar la presentación del Cartel Conmemorativo de 450 Aniversario Fundacional, la presentación de la Restauración del Cuadro de María Stma. De la Victoria, obra de Rafael Blas Rodríguez (1920) y la mesa redonda titulada “Virgen de la Victoria. Cuatro siglos de devoción y arte”.
El acto comenzó con la presentación que hizo el propio Hermano Mayor de la Hermandad, D. Claudio Espejo quien glosó brevemente la figura y la obra de D. Juan Antonio Huguet Pretel, autor del cartel. Acto seguido se procedió a descubrir el cartel, tomando la palabra el pintor, D. Juan Antonio Huguet Pretel, quien se encargó de describir el cartel y la idea que con el mismo ha querido transmitir. El cartel es una obra realizada en técnica mixta (acrílico-oleo) sobre cartón entelado de 0’81x0’65.
Posteriormente, el Hermano Mayor procedió a presentar la restauración del cuadro de María Santísima de la Victoria, obra del pintor sevillano Rafael Blas Rodríguez (1920), que han llevado a cabo las prestigiosas expertas en conservación y restauración de obras de arte Dª. María Arjonilla Álvarez y Dª. Mercedes González. Fue Dª María Arjonilla, quien tomó la palabra para explicar brevemente la labor llevada a cabo con la citada obra de arte.
Tras ambas presentaciones, tuvo lugar la mesa redonda. La misma fue moderada por D. Enrique Almagro Jiménez, diputado de formación de la hermandad de las Cigarreras, que comenzó realizando una breve presentación de los ponentes.
En primer lugar tomó la palabra D. Ramón de la Campa Carmona, licenciado en Filología Clásica y doctorado en Historia Moderna por la Universidad de Sevilla y diplomado en Liturgia por el Instituto San Isidoro de Sevilla. Comenzó su intervención explicando el significado soteriológico de la advocación, como victoria del pecado y victoria de la muerte. Prosiguió repasando distintas imágenes de la Virgen de la Victoria surgidas como advocaciones marianas populares-circunstanciales, atribuyéndose a María las gestas victoriosas contra los enemigos de la fe.
Durante el cerco de Málaga por los Reyes Católicos el Rey tuvo un sueño: “Esta embajada se unió a un sueño del Rey en el que se le apareció la Virgen con una palma como signo de triunfo y un fraile anciano intercediendo a sus pies, que se identificó a posteriori como San Francisco de Paula”. Los frailes mínimos se convierten así, en propagadores de la advocación de Nuestra Señora de la Victoria. Es por tanto, durante la permanencia de la Hermandad en el Convento de San Francisco de Paula (actual colegio de San Francisco de Paula), cuando la Hermandad debe tomar la advocación de Nuestra Señora de la Victoria.
A continuación realizó su exposición D. José Manuel López Bernal, licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Sevilla con postgrado en archivística. Desarrolló su hipótesis sobre la datación de la imagen de Santísima Virgen de la Victoria y su historia natural. Según su hipótesis en algún momento entre 1611 como muy pronto y 1628 como muy tarde, debió incorporarse la advocación mariana a la Hermandad de la Sagrada Columna y Azotes y probablemente se hubiese realizado la imagen en este periodo de tiempo. Esta hipótesis también es apoyada por los resultados obtenidos tras el análisis realizado en el Centro Nacional de Aceleradores (CNA) de dos muestras de madera obtenidas de distintos localizaciones de la imagen. Estos datos comparados apoyan de una manera científica los datos de la hipótesis surgida de la investigación histórica (1611-1628), ya que es un lapso de tiempo perfectamente integrado en los resultados obtenidos por el CNA.
Respecto a la historia natural de la imagen describió las distintas intervenciones realizadas sobre la misma, destacando como la más importante la llevada a cabo por Juan de Astorga en 1803, en la que inclinó la cabeza de la imagen que hasta entonces tenía una orientación recta. Otras intervenciones menores fueron las llevadas a cabo por Baglietto (1859), Pizarro (1893) y Guerrero (1913). En 1978 sufrirá otra intervención realizada por el escultor Francisco Buiza en la que acomete la sustitución del candelero, consolida la grieta del cuello y realiza una limpieza superficial de rostro y manos.
Para terminar describió las distintas manos que ha tenido la imagen a lo largo de su historia, siendo las últimas de Emilio Pizarro Cruz(1893) y Juan L. Guerrero (1913).
El último turno de intervención correspondió a D. Enrique Gutiérrez Carrasquilla, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, siendo especialista en conservación y restauración de obras de arte. Durante el mismo explicó los pormenores del proceso de restauración que se llevó a cabo en su taller entre los meses de noviembre de 2006 y marzo de 2007. Ya en el año 2003 se había realizado un estudio con tomografía axial computerizada en el que aprecian los principales problemas e intervenciones sobre la imagen. Así se observa el taco de ensamble en el cuello que introdujo Juan de Astorga en su intervención en 1803 en la que modificó la posición de la cabeza y también se puede apreciar la línea de corte que se produjo al separar la mascarilla a golpe de formón para sustituir los ojos por unos nuevos de cristal.
Respecto a la intervención llevada a cabo, en primer lugar nos detalló la fase de limpieza, comenzando por la encarnadura de la cabeza y manos y continuando con la retirada de repintes, sobre todo el que tapaba la grieta del ensamble del cuello y la retirada de una capa de estuco que rellenaba la misma. También se realizó la eliminación de dos capas de pinturas en el cuerpo. La siguiente fase fue la de consolidación del ensamble del cuello y la extracción de más de 200 elementos metálicos. También se extrajeron el sistema de sujeción de la corona y de sujeción de los antebrazos. Se realizó un nuevo candelero para la imagen. Para terminar nos habló sobre el estudio realizado sobre la policromía y la fase final, consistente en la reintegración de estratos de preparación de color y la colocación de los nuevos sistemas de sujeción.
Finalizó la mesa con un turno de palabra para que los asistentes pudieran preguntar a los ponentes.
El acto concluyó con la entrega por D. Claudio Espejo Garrido (Hermano Mayor) de un recuerdo en bronce diseñado especialmente para los actos conmemorativos del 450 aniversario fundacional por el imaginero D. José Antonio Navarro Arteaga a los participantes en la mesa redonda, a D. José Antonio Huguet Pretel y al Consejo General de HH. Y CC de Sevilla que recibió su Presidente, D. Carlos Bourrellier, el cuál a su vez hizo entrega a nuestro Hermano Mayor de una metopa con el escudo del Consejo.
Se celebró el jueves 25 de abril en la Capilla de la Fábrica de Tábacos la mesa redonda titulada “Peregrinación a Tierra Santa. Viaje en la Fe”, en la que participaron un grupo de hermanos mayores de varias hermandades de nuestra ciudad que tuvieron el privilegio de realizar una peregrinación a los Santos Lugares.
Este grupo dirigido por Fernando Emilio Borrego Ojeda como Director Espiritual de dicha peregrinación. Estaba formado por Claudio Espejo Garrido (Hermano Mayor de la Hdad. de las Cigarreras), José Antonio Moncayo Travé (Hermano Mayor de la Hdad. de la Redención), Francisco Javier Bonilla García (Hermano Mayor de la Hdad. de Santa Genoveva), Antonio Arrondo Pazos (Hermano Mayor de la Hdad. de las Aguas), José de Anca Sosa (Hermano Mayor de la Hdad. de los Dolores del Cerro), Guillermo Mira Abaurrea (Hermano Mayor de la Hdad. de San Isidoro) y Antonio Távora Alcalde (Promotor Sacramental de la Hermandad de Santa Marta).
Esta mesa redonda ha querido servir como formación para aquellos hermanos y devotos que tengan el deseo de acompañarnos en la peregrinación a Tierra Santa que tiene programada nuestra Hermandad para culminar los actos conmemorativos del 450 aniversario fundacional. En ella se intentó trasmitir por los participantes algunas de las experiencias personales vividas durante la misma, así como de dar fundamento a esta peregrinación.
Todos motivaron a los participantes a peregrinar a los Santos Lugares, algo que debería ser necesario en todo creyente. Cada uno de los participantes relató como en algún instante del viaje se derrumbaron en lugares muy concretos y con un significado muy especial como puede ser el monte de los olivos o los restos de la sagrada columna. Tambien coinciden en que ahora, cuando escuchan o leen los Santos Evangelios viven de otra manera los hechos relatados, ya que se situan en los lugares que se describen en ellos.
Existe un antes y un después de este viaje. Todos coinciden en que volverán a Tierra Santa……